Para nadie es un secreto que las comunicaciones digitales (concretamente mediante las aplicaciones de chat y mensajería) han cambiado mucho desde que llegaron los emojis 🙂, o incluso antes, desde los emoticones :-)
Pero esas "inocentes" figuritas que a veces usamos de forma indiscriminada y hasta exagerada, pueden llegar a meternos en problemas.
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