
La popularidad de Instagram es incuestionable hoy en día. No digo que sea la mejor red social, sino que ha sabido cautivar y retener a sus usuarios a lo largo del tiempo mediante la incorporación de funciones cada vez más útiles.
En efecto, Instagram, de la mano del grupo Meta, pasó de ser una simple aplicación de fotos y filtros, a una de las principales plataformas de marketing digital y de ventas en línea.
Pero… ¿Has pensado si realmente te conviene usar Instagram como plataforma principal de tu e-commerce?
Yo no te lo recomiendo. Ni Instagram, ni el resto de las redes sociales deberían ser la plataforma principal de tu negocio online. Te dejo a continuación 5 de los principales motivos:
1. No controlas el entorno legal.
Todas las redes sociales tienen términos y condiciones de uso que aceptas cumplir para poder usar sus servicios. Un contrato con todas las de la ley, hecho a medida de la plataforma para cuidar “sus” intereses, no los tuyos.
De manera que será Instagram la que ponga las reglas del juego en tu negocio, sin que tengas ninguna posibilidad de negociar esas condiciones (es un contrato de adhesión, en términos legales). Eso significa que tú y tu negocio estarán sujetos a las prohibiciones, restricciones y limitaciones que la plataforma decida implementar.
2. Te pueden perjudicar los anuncios o publicaciones de terceros.
Instagram basa su modelo de negocio en la publicidad, para lo cual ha desarrollado un algoritmo (código informático) bien poderoso que se encarga de mostrarle a sus usuarios las publicaciones relacionadas con los contenidos y temas con los cuales tales usuarios han interactuado, dedicado mayor atención (tiempo de visualización), compartido, etc.
Y eso puede afectar tu negocio porque tus seguidores no sólo verán tus contenidos, sino los de otras personas, marcas o empresas que pueden captar el interés de ese usuario que podría ser tu cliente.
3. El contenido que publicas es tuyo, pero…
Instagram no va a quitarte la propiedad o autoría de contenidos. Pero al usar sus servicio, le otorgas una licencia para usarlo. ¿Y cómo es esa licencia que otorgas? Lo cito textualmente: “…mundial, no exclusiva, transferible, sublicenciable y libre de regalías por derechos de autor para alojar, utilizar, distribuir, modificar, mantener, reproducir, traducir y mostrar o comunicar públicamente tu contenido, así como para crear obras derivadas…”.
No publiques lo que no desees que Instagram use conforme a esa licencia que nos exigen darle.
4. No creas una base de datos de clientes o prospectos.
Aunque tengas un negocio próspero en Instagram, piensa en esto: la interacción que tienes con tus seguidores y clientes es a través de sus perfiles o cuentas de usuario en Instagram y a través de las herramientas de dicha plataforma, pero no eres tú quien tiene los datos de contacto tales como correo electrónico o número telefónico.
Si Instagram desaparece, suspende sus servicios o cierra tu cuenta, pierdes el contacto con tus seguidores y/o clientes en la plataforma.
5. Las restricciones de contenido.
Como debes apegarte a los términos de uso de Instagram, debes acatar sus restricciones de contenido, que básicamente se refieren a temas determinados sobre los cuales no puedes subir contenido (lo cual es grave si tu negocio se refiere a esos contenidos) o formatos que no puedes utilizar, como insertar banners publicitarios en videos o imágenes; o incluir anuncios antes, durante o después de la reproducción de videos o audio.
Mi recomendación general es que utilices Instagram (y las demás redes sociales) para llevar tráfico a tu propia web, a tu propia tienda en línea, en la que tengas el verdadero control técnico, operativo y legal. Es lo menos que se merece tu negocio.
Y si tienes alguna duda o requieres apoyo legal, contáctame.